Ahora que el aborto es legal en Arizona hasta las 15 semanas, estamos perplejos y profundamente preocupados por una iniciativa política que probablemente aparecerá en la boleta electoral de noviembre y que representa un peligro real para las mujeres embarazadas que desean someterse a un aborto.

Algunos están a favor de la vida, otros están a favor del aborto y algunos tienen una opinión que no pertenece a ninguno de estos dos bandos. Existen diferentes opiniones sobre el tema del aborto, pero algo tenemos en claro: la salud y la seguridad de todos los pacientes deben ser nuestra principal prioridad.

Por estas razones, los firmantes se oponen a la Ley de Acceso al Aborto de Arizona y declaran además que:

• El hecho de que algo sea legal no lo hace seguro.

• Al considerar cualquier legislación que aumentaría el número de abortos, debemos preguntarnos si también aumentaría los riesgos para las mujeres.

• La enmienda constitucional propuesta busca que los abortos se practiquen sin límites, sin normas de seguridad y sin que a las mujeres se les haga saber sobre los riesgos.

• Las clínicas de abortos legales podrían llegar a ser tan peligrosas como las clínicas ilegales: ya que la enmienda eliminaría las medidas de seguridad con sentido común para las instalaciones que realizan abortos.

• Eliminaría el requisito de que un médico esté involucrado y, lo más importante, permite que cualquier persona con una licencia emitida por casi cualquier agencia de atención médica, pueda realizar abortos legalmente, recetar la píldora abortiva o aprobar abortos en el tercer trimestre. 

• Estos cambios pondrían en peligro a las mujeres, ya que los abortos, especialmente aquellos que son realizados en el segundo y tercer trimestre del embarazo, conllevan el riesgo de complicaciones graves, como hemorragia, perforaciones uterinas o intestinales, sepsis, mayor riesgo de parto prematuro en embarazos posteriores, posible infertilidad y dolor prolongado. 

• Además, tomar la píldora abortiva sin la debida supervisión médica puede ser peligroso para la mujer, incluso mortal si tiene un embarazo ectópico no detectado o vive lejos de un centro donde pueda recibir una cirugía de emergencia o una transfusión de sangre.